Acusan falta de obras y reclaman al estado Sobrevivir en Villa Don Enrique con aguas servidas, sin colectivos, oscuridad y delincuencia

24/05/2025ChacoWebChacoWeb
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Vecinos denuncian que no tienen desagües, postes a punto de caer, cloacas rebalsadas y calles intransitables. Piden soluciones a la Municipalidad, Sameep y Secheep.

23 de Mayo, 2025

Aníbal Rolando Santanbrogio es un jubilado que se instaló en Villa Don Enrique hace más de cinco años. En su relato se concentró la bronca por el drama estructural que vive toda la comunidad del barrio: calles anegadas, postes de luz caídos, inseguridad y cloacas colapsadas. "Vivimos una desidia total. Nadie se hace cargo de nada", sentenció.

La entrada del Polideportivo de Villa Don Enrique cubierto de barro y agua estancada de más de tres días, mientras la copa de los árboles tapan las luminarias del barrio.

El vecindario no cuenta con bocas de tormenta y las lluvias arrastran el agua servida de cloacas directamente a las calles. Las casas, construidas antes del pavimento, quedaron más bajas que el nivel de la calle, lo que agrava las inundaciones. "Tengo que tapar los baños y levantar un murito en el patio. Si no, el agua entra por todos lados", detalló Santanbrogio.

Los vecinos apuntan contra tres organismos estatales: la Municipalidad de Resistencia, Sameep y Secheep. "Para cambiar un foco no se sabe quién tiene que hacerlo. Se tiran la pelota", se queja. Mientras tanto, los postes se caen, los árboles levantan las veredas, las cloacas revientan y el olor es insoportable. "El olor hediondo que tenemos es impresionante", describió.

EL AGUA NO PERDONA

En el Polideportivo municipal, lugar de encuentro para jóvenes, la cancha de básquet tiene una mala canalización. "Ese tinglado era el obrador. Cada tanto se inunda y deben evacuar toda el agua a la calle", denunció.

La situación se vuelve aún más crítica en la Escuela de Educación Especial 77 "Julia O. Cubilla", que alberga a niños y niñas hipoacúsicos. La falta de desagües convierte el ingreso en un verdadero río cuando llueve, y muchos padres deben acercarse en moto sorteando calles anegadas y veredas hundidas. La oscuridad y la falta de presencia policial en las inmediaciones agravan el escenario: "Los chicos están totalmente expuestos. Es indignante", asegura el vecino.

El vecindario no cuenta con bocas de tormenta y las lluvias arrastran el agua servida de cloacas directamente a las calles.

AL ANOCHECER

La inseguridad es otro de los flagelos que azota a Villa Don Enrique y golpea directamente a las instituciones educativas. La Escuela de Educación Primaria 833 "Gerónimo Matorras" ha sufrido reiterados robos. "Tuvieron que poner sereno y dejar luces prendidas para evitar que entren. Los ladrones caminan por los techos", cuenta Santanbrogio. Las medidas de seguridad improvisadas no alcanzan y el temor entre docentes, padres y alumnos es permanente.

Tampoco hay garantías de seguridad en el trayecto entre el hogar y la escuela debido a la falta de luz cuando oscurece y la espera interminable de la Línea 3, que convierte a las paradas de colectivo en bocas de lobo. Muchas familias deben caminar o esperar el transporte público en condiciones de extrema vulnerabilidad. "Los robos a quienes van a trabajar o estudian son constantes. No pueden ni quedarse en la parada del colectivo porque los afanan", afirma Santanbrogio.

Fuente: Diario Norte

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