La batalla final de Javier Milei por la polarización perfecta

Fueron sólo tres días, con cinco sesiones citadas y un cierre del período ordinario del Congreso no muy distinto al que soñó Javier Milei cuando juró como Presidente: sus leyes claves fueron sancionadas; las hostiles, vetadas; los gobernadores no pudieron sumar gastos al Presupuesto; el tablero político se polarizó y el PRO hace malabares para no desaparecer.

Nacionales01/12/2024ChacoWebChacoWeb
images

El proyecto de Ficha Limpia fue el inicio de la ruptura entre La Libertad Avanza y Mauricio Macri, hostigado por los trolls oficialistas, que tienen nombre y apellido; y que terminaron la semana compartiendo una foto con el mentor, el asesor estrella Santiago Caputo, durante el streaming La Misa del Gordo Dan. La pelea es de frente.

El consultor tiene la tarea de negociar con el kirchnerismo para completar la Corte Suprema y eliminar las PASO, maniobras que permiten aislar más a Macri, quien todavía no define cómo y cuándo responder con su propia voz. Este viernes hubo guerra de comunicados entre el PRO y LLA.
Si cumple con esta manda, Caputo podrá hacer buena letra con Karina Milei, molesta por los gestos de autonomía del poderoso asesor. El Jefe también jugó de frente: le puso la cara a la negociación para bloquear Ficha Limpia y coordinó las ocho ausencias oficialistas con Martín Menem.
El motivo, como relató Letra P, no es tanto la ansiada polarización con Cristina Fernández de Kirchner, sino el futuro de Karina: el proyecto empodera a jueces cercanos a Macri para proscribir candidatos con causas de corrupción. Tarde, la secretaria general de la Presidencia entendió que si se sanciona, ella puede ser víctima de lo que CFK llama lawfare. La "casta", en definitiva, para Milei incluye también la sociedad entre la Justicia, "los empresarios prebendarios" y los "periodistas ensobrados". El acuerdo de Libertad Avanza con el kirchnerismo para armar una polarización perfecta es tan necesario como natural.
La piedra en el zapato de Javier Milei
El martes a la noche, el proyecto Ficha Limpia estaba caído y sólo restaba organizar el funeral. Decidido a voltearlo como sea, Menem llamó a una inusual reunión de jefes de bloque, en la que por primera vez sumó a Germán Martínez, de Unión por la Patria.

El riojano, sin mostrar sus cartas, dejó abierta la puerta para suspender las sesiones que restaban en la semana. La del día siguiente, que finalmente se hizo, fue para aprobar un proyecto contra la ludopatía y convirtió el palacio en un desfile de lobistas.

La del jueves, citada por el PRO, tenía en el temario Ficha Limpia y no sobraba el entusiasmo en el recinto para que prosperara, aunque había mucho miedo a los escraches por los faltazos. Fue esa razón por la que, una semana antes, Encuentro Federal y Democracia Por Siempre (el nuevo bloque radical), habían anunciado que no estarían y decidieron aportar casi el plantel completo a último momento. La sesión quedó a un voto del cuórum para ser realidad.

Martínez le dejó una advertencia a Menem: ante sus colegas de otras fuerzas, avisó que el cuórum y la aprobación de Ficha limpia iban a condicionar el diálogo político en la cámara baja, que ya de por si no es el mejor. El riojano entendió que, de esa manera, no sería fácil reunir mayoría el miércoles de la semana que viene para su reelección como presidente.

Pero su motivación era otra: para ese entonces ya estaba decidido a voltear Ficha limpia y sólo debía saber cómo. Eso fue lo que el titular de la cámara baja terminó de coordinar el miércoles por la noche en su despacho con Karina y Lule Menem. Desde el día anterior, el riojano y jefe del bloque de LLA, Gabriel Bornoroni, habían empezado a sondear el número de la sesión con los referentes de EF, donde se sabía que Miguel Pichetto estaba en contra de la iniciativa y podía ayudar.

El oficialismo recibió un mensaje desde toda la oposición dialoguista: si buscaba bajar el proyecto, no podía salir ileso. “Querían todo: que no saliera y no dejar las marcas”, se indignó un diputado de EF que ayudó a frustrar la sesión.

Caída coordinada
Desde el martes, Martínez y su equipo salieron a hablar con todas las bancadas para advertir que Ficha Limpia, de avanzar, sería vista como una proscripción a Cristina Kirchner. Los poroteos iban y venían desde la presidencia de la cámara y los jefes de bloque. Los partidos provinciales no habían ido a la anterior sesión y sacaron pasaje de retorno el miércoles.

Varios de los gobernadores habían sido advertidos por sus colegas peronistas de que no habría retorno en el vínculo si en esta ocasión jugaban mal. Serían por siempre macristas. Como el Gobierno tampoco militaba la ley, ningún mandatario tenía motivación para colaborar.

En la Casa Rosada también se activó el dispositivo para bajar la sesión con gestiones desde la Jefatura de Gabinete, que dejaron fuera del recinto a radicales jujeños cercanos al gobernador Carlos Sadir, a sus correligionarios de Corrientes que reportan Gustavo Valdés; y a los tucumanos que responden al peronista Osvaldo Jaldo.

La macrista Silvia Lospennato, la autora del proyecto, la vio pasar. Tenía una lista de 131 presencias confirmadas, dos más que el cuórum, que incluía a todo LLA, el PRO, la UCR y la mayoría de EF. El número nunca superó el techo de 116 porque hubo bajas de todos los bloques.

LLA tuvo la mayor sangría. Menem accedió a un conteo de las presencias y tenía que dejar diez asientos sin ocupar. Consiguió ocho ausencias, dos ya confirmadas de antes por temas de salud. Sobraron.

La casta oficialista
El martes, Menem ya tenía definidas las ausencias, pero nunca le avisó al resto de su bloque, que se sorprendió en el recinto. Entre quienes no fueron hubo mayoría de karinistas, como Santiago Santurio, Carolina Piparo y Lorena Macyszyn. El mendocino Omar de Marchi, vice de Aerolíneas, aportó la silla vacía de su coterráneo Álvaro Martínez. El riojano logró la ayuda de Emilia Orozco y del exmassista Pablo Ansaloni.

Tanta desesperación había en el oficialismo de arruinarlo todo, que el tucumano Gerardo Huesen, ladero del viceministro del Interior Lisandro Catalán, dio razones médicas por su llegada tarde, cuando en verdad fue computado como presente.

Más peculiar fueron las dos ausencias en el PRO, de los santafesinos Gabriel Chumpitaz y José Nuñez, cercanos a Patricia Bullrich y que ya tienen un pie en la Libertad Avanza. Nuñez ya había faltado la semana pasada y nunca explicó los motivos. Hay versiones de todo tipo: una es que Macri estaba al tanto de las ausencias, pero la escena le sirvió para ensayar una ruptura con Milei. De hecho, la semana pasada hubo otros diputados del bloque amarillo que no fueron a debatir Ficha Limpia, con otras excusas.

Las explicaciones por bajar la sesión quedaron en manos de la Casa Rosada, tardaron horas en llegar y fueron difíciles de creer. La primera, de Guillermo Francos, es que el proyecto sería una proscripción a CFK y eso no era buen negocio para nadie.

Las excusas
Por chat, Milei le dijo a Lospennato que el problema era que, como estaba redactada, Ficha Limpia es un arma para empoderar a gobernadores feudales con sus jueces afines. Prometió, a través de su portavoz, trabajar en otro proyecto, sin plazos.

La diputada respondió públicamente que no puede ser cierto la excusa de Milei, porque las causas por corrupción tardan mucho en resolverse y el proyecto proscribe con fallo en segunda instancia. Aunque no está explícito, se entiende que debería intervendría Casación Penal, con sede en Comodoro Py, el mismo que ratificó la condena a CFK.

Te puede interesar
Lo más visto